Green IT es una práctica que involucra el uso adecuado de las tecnologías, así como, la puesta en marcha de políticas para generar menos emisiones de CO2.

La competitividad de los mercados, el incremento de la información y la alta capacidad de procesamiento de datos, ocasiona que las empresas inviertan en servidores y sistemas de TIC más poderosos, que requieren de mayor cantidad de electricidad. Este acontecimiento ha provocado que el presupuesto se incremente y que el ahorro energético sea un tema imperante.

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Everis indica que, hoy, una de las políticas más relevantes para las empresas es reducir los gases de invernadero e implementación de actividades que frenen el proceso del calentamiento global. En este sentido, la industria tecnológica pretende aportar acciones, tal es el caso de la tendencia llamada “Green IT”, que propone una serie de prácticas que buscan el consumo eficaz de la infraestructura tecnológica, disminuir el costo de TI y disminuir las emisiones de Dióxido de Carbono (C02).

El Green IT promueve entre los usuarios de las TIC un uso racional y eficiente del consumo de energía, así como la puesta en marca de iniciativas encaminadas a reducir el uso de materiales nocivos en la fabricación de equipos, mayor orientación hacia el reciclaje y a la construcción de componentes que mejoren el consumo de electricidad.

Everis argumenta que, por ejemplo, el funcionamiento y refrigerado de una computadora concentra el consumo de alrededor de 2/3 partes del gasto total de energía. En tanto, la firma analista Gartner indica que los monitores y computadoras emiten cerca de 40% C02 al medioambiente.

De acuerdo con el informe «La inversión verde: Hacia una infraestructura de energía limpia», del Foro Económico Mundial (FEM), existen beneficios comprobados de utilizar tecnologías amigables con el medioambiente. Después de 2008, un índice relacionado con 90 de las principales compañías del mundo en energía limpia tuvo un rendimiento anual combinado de cerca de 10%. Además, las inversiones en iniciativas “Green IT” tienen un impacto en la reducción de los gastos directos de un Centro de Procesamiento de Datos (CPD).

Diferentes análisis reportan que, 42% de los ejecutivos de TI del mundo considera que su empresa no realiza un seguimiento del gasto energético originado por los sistemas tecnológicos, porque requiere de compromiso de la dirección y la búsqueda de resultados a largo plazo, aspectos que a la fecha no son considerados.

Sin embargo, se pronostica que términos como el PUE (Power Use Efficiency – ó ratio que mide la relación entre potencia suministrada a un CPD y la potencia realmente es empleada por los sistemas que lo componen) sean de mayor empleo para los CIO’s de las empresas.

El interés por implementar tecnologías que hagan más eficientes los procesos, no es sólo un problema de conciencia pro ambientalista, sino porque las empresas buscan herramientas que les ayuden a reducir el pago del recibo de electricidad.

Desde el punto de vista regulatorio, la Unión Europea publicó un código de conducta de carácter voluntario para concientizar a las compañías frente a un de cara a un futuro en el que deberán optimizar la eficiencia energética de sus CPDs, ya que se estima que éstos son responsables del 2% de las emisiones de dióxido de carbono (CO2) del mundo. Este código es voluntario, pero al margen de la conveniencia de reducir los costos de la infraestructura tecnológica las empresas deben ir preparándose para una posible regulación de estos parámetros que haría que aquellas que ya hayan tenido en cuenta estos factores gocen de una ventaja competitiva respecto a sus rivales.

El Global e-Sustaintibility Iniciative (GeSI) reporta que del 2% de las emisiones de gases invernadero en nivel mundial derivadas de la industria TIC, 49% pertenece a las computadoras e impresoras; 37% a las redes y equipos de telecomunicaciones; y 14% es ocasionado por los centros de bases de datos. No obstante, el GeSI prevé que, aunque estas áreas adopten tecnologías y desarrollen planes de ahorro energético, sus efectos en las emisiones de gases invernadero podrían crecer al doble en los próximos 10 años, porque para esa época habrá más usuarios de las TIC.

Con el nuevo concepto de Green IT, una de las tendencias que impulsa la industria de las TIC es la Virtualización, ya que el mayor ahorro podría provenir de organizaciones orientados hacia la virtualización de los procesos habituales, como la videoconferencia, el teletrabajo y la implementación de software que facilite el uso de equipo de cómputo no tan nuevo.

Finalmente, Everis considera que a través de una orientación ecológica, los sectores pueden alcanzar el objetivo de reducir el impacto ambiental y, al mismo tiempo, crecer su eficiencia, ahorro de costos y energía.

Fuente: AddictWare